El libro de la almohada II

"Cosas que hacen latir deprisa el corazón...
Gorriones que alimentan a sus crías. Pasar por un lugar donde juegan niños. Dormir en una habitación donde se ha quemado incienso. Advertir que un elegante espejo chino está un poco empañado. Ver a un caballero que detiene su carruaje frente a nuestro portón y ordena a sus servidores que lo anuncien. Lavarse el pelo, acicalarse y ponerse ropas perfumadas. Aunque nadie lo vea, sentimos un íntimo placer.
Es de noche y uno espera una visita. De pronto nos sorprende el sonido de las gotas de lluvia que el viento arroja a las persianas."

Esta es la lista número quince en el libro de Sei Shonagon. Hay otras:
cosas y gentes que deprimen, cosas odiosas, cosas que despiertan una querida memoria del pasado, cosas infrecuentes, cosas espléndidas, cosas incómodas, cosas que sorprenden y afligen, cosas que dan sensación de limpio, y de sucio, cosas presuntuosas, cosas desagradables...
No todo son listas, a veces son impresiones u opiniones sobre festivales, la visita de un amante, un atardecer durante el reinado del Emperador Murakami o el biombo corredizo que hay al fondo de la sala. Da igual si el objeto de su escritura es importante o banal, persona o cosa, una costumbre o un hecho repentino, ella los describe con la misma elegancia.
También habla sobre la vida en la corte ( fue dama de la emperatriz Sadako), incluída la de los criados. En estos párrafos se puede apreciar su clasismo con nitidez cuando habla de la falta de decoro, de ingenio e incluso de inteligencia de las clases inferiores. No quiero justificarla, pero no se puede juzgar una obra del siglo X como si estuviera escrita en la actualidad; las circunstancias son totalmente distintas y la mayoría de los argumentos que utiliza para alcanzar semejantes conclusiones hoy provocarían la risa de la mayoría.
Sei Shonagon es irónica, divertida ("Un predicador debe ser bien parecido, porque para entender con propiedad su palabra y sus sentimientos debemos mantener la vista fija en él mientras habla.") , insolente, romántica, sensible ("Durante las largas lluvias del Quinto mes...: De noche, en los verdes espacios de agua solo se ve el pálido fulgor de la luna. En cualquier hora y en cualquier lugar me conmueve la luna."), dulce, implacable ("Cosas sin mérito: una persona fea de mal carácter.").
Puede ser lo que le dé la gana, como tantos otros que escribieron un diario sin la presión de pensar en un hipotético lector, sin imaginar que un día sus palabras serían publicadas.

 

posted by Ainhoa on 12:17 p. m. under ,

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Vi la pelicula hace varias semanas, en parte por tu recomendación y en parte por Ewan McGregor, que también es mi debilidad (aunque no en "ese" sentido). Me gustó mucho. Me pareció tan diferente de todas las pelis que he visto ultimamente...

Además, cuando oí los primeros acordes de "Daddy's gonna pay for you crashed car", que aparecen varias veces en la peli, ya me conquistó del todo (soy así de fácil, pones algo de U2 en lo que sea y ya me tienes).

Ya me dejarás el libro.

MUA!

PD: Parece que he estado leyendo tu blog hoy y que por eso te he escrito varios comentarios, pero no es así. Lo leo muy a menudo. Lo que pasa es que he sido un poco vago para escribirte unas líneas (ya sé que es una excusa malísima), pero procuraré ser más participativo de ahora en adelante.

¿Cómo llevas tu novela?

Ainhoa dijo...

Me alegro de que te gustara. Yo se la voy recomendando a todo el mundo.
Cuando quedemos te llevo el libro. Todavía tengo "Ébano" por cierto, pero aún no lo he leído, así que, si no te importa, me lo quedaré un poco más. Si es que donde hay confianza...

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