En mi barrio los únicos cines que hay están en el interior de dos espantosos centros comerciales, por lo que últimamente ni me molesto en mirar la cartelera y espero pacientemente a que pongan las películas en Digital +. Con cada excepción que hago, como es el caso de "El ultimátum de Bourne" (Jason Bourne es mi debilidad, qué le voy a hacer) hace menos de un mes, me prometo a mí misma que esa será la última vez que pise uno, pero no es de los centros comerciales de lo que quería hablar, sino explicar que es por ellos por los que veo la mayoría de las películas con más de un año de retraso, y eso es precisamente lo que me ha ocurrido con "Brokeback mountain".
Poco puedo decir que a estas alturas no se haya dicho ya sobre ella, pero no puedo resistirme a comentarla porque me ha parecido una película sublime.
Es la historia de dos "cowboys" que se conocen cuando van a pedir trabajo al ranchero del pueblo, que los enviará a Brokeback Mountain a cuidar de sus ovejas. Ennis del Mar (Heath Ledger) es un hombre distante, introvertido, marcado por la muerte de sus padres, con un objetivo en mente: casarse con su novia, tener hijos y conseguir un trabajo con el que mantener a su familia. Jack Twist (Jake Gyllenhaal) es extrovertido y charlatán, cuyo deseo es ganarse la vida compitiendo en rodeos. Entre ambos, poco a poco, nacerá una amistad que no tardará en convertirse en algo más profundo. Cuando el aislamiento concluye y regresan de las montañas llega también la inevitable separación. Memorable la escena en la que Ennis, tras la marcha de Jack, se mete en un callejón a llorar y vomitar su dolor.
Los años pasan, ambos se casan, tienen hijos y no saben nada el uno del otro hasta que Ennis recibe una postal de Jack diciendo que pasará a visitarle. A partir de entonces, varias veces al año, se escaparán juntos a Brokeback Mountain, el único lugar donde pueden ser libres para amarse. La imposibilidad de estar juntos día a día acabará devorándolos como personas y afectando a todos aquellos que les rodean a medida que el tiempo va trancurriendo.
Lo que convierte a "Brokeback Mountain" en una película arriesgada es el entorno en el que se desarrolla la acción y también la época (comienza en 1963), aunque no hay que olvidar que en algunos de los estados más conservadores de E.E.U.U. se prohibió su exhibición en pleno siglo XXI.
Es una película narrada con un ritmo tranquilo, que no lento, el necesario para envolvernos en una atmósfera en la que la mayoría de las cosas se quedan sin decir y los sentimientos sin expresar por el simple hecho de que no podría ser de otra manera.
Y no quiero terminar sin señalar que hasta ahora Heath Ledger me parecía un chulo cuyo talento, si lo tenía, no lograba ver por ningún lado, pero en esta película hace un trabajo admirable, creando un personaje contenido, con muchos matices, dureza, ternura y una mirada huidiza y avergonzada por no poder evitar querer a Jack.
posted by Ainhoa on 5:38 p. m.
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Cine
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