09 de Mayo de 2010

"Al llegar a casa no empecé a leer. Simulaba que no lo tenía, únicamente para sentir después el sobresalto de tenerlo. Horas más tarde lo abrí, leí algunas líneas maravillosas, lo cerré de nuevo, me fui a pasear por la casa, lo postergué aún más yendo a comer pan con mantequilla, fingí no saber dónde había guardado el libro, lo encontraba, lo abría por unos instantes. Creaba los obstáculos más falsos para esa cosa clandestina que era la felicidad."
Clarice Linspector
Felicidad clandestina
Imagen: Las narradoras
No sé si habrá gente más friki en este planeta que los que amamos la lectura.
Jijiji ¡¡¡que bueno!!! Lo entiendo a la perfección aunque me temo que no tngo tanta fuerza de voluntad...^_^
ResponderEliminarYo tampoco la tengo ^_^
ResponderEliminarUn beso, guapa.
Es un párrafo sublime. Y me encanta el término Felicidad clandestina. Buen título para un relato.
ResponderEliminarbesos
Indudablemente somos los mejores, un saludo.
ResponderEliminarEl texto pertenece a un relato de Lispector que se titula así, Felicidad clandestina. No es muy largo y está colgado en muchas páginas web, por si os apetece leerlo entero.
ResponderEliminarBesos.
Guau! Qué palabras!! Me han encantado! Voy a buscarlo entero.
ResponderEliminarAbrazo!
Espero que te guste si lo lees.
ResponderEliminarUn abrazo!