27 de Mayo de 2010
Estos días me divierto…:
Pues sí, leyendo Cumbres borrascosas. El truco está en llegar al capítulo IV. Es en ese punto cuando la historia se vuelve realmente interesante; hasta entonces, como ya dije, todo son personajes odiosos, pesadillas y desconcierto. Pero cuando la señora Dean comienza a contar la historia de Heathcliff desde su niñez, la cosa mejora muchísimo y la historia te engancha. Al final van a tener razón todos los que me la recomendaron.
Haciendo un curso de cocina. Para empezar, he aprendido a cortar de forma decente, lo cual ya merece la pena. Además, es muy divertido andar correteando por la cocina con los compañeros de clase, buscando cacillos, sartenes, peladores o cuchillos cebolleros para poner en práctica la teoría que nos da la profesora y acabar haciendo unas recetas deliciosas que degustamos al final de cada clase. Boquerones al eneldo, buñuelos de manzana, berenjenas con huevo escalfado, gambas y bechamel, arroz a la griega, natillas, lomo relleno de pasas, dorada a la sal… Está todo tan rico…
Viendo el remake de V. El caso es que cuando leí en la biblia (es decir, en la revista de Digital+) que iban a estrenarla en el canal TNT me pareció una gilipollez innecesaria revisitar esa serie que yo veía con mi hermano Asier y mis primos mientras devorábamos los bocatas de vino con azúcar que nos preparaba la abuela. ¡Qué equivocada estaba! La forma de adaptarla a los tiempos que corren es muy acertada. Merece la pena.
Despotricando con Paco sobre la decepción que ha supuesto el final de Perdidos: Lo divertido de esto es que hace unas tres temporadas yo ya le dije que los que en realidad estaban perdidos eran los guionistas, pero él me lo negaba e incluso se medio enfadaba conmigo. Pero claro, al final ha tenido que darme la razón y, ¿a quién no le gusta tener razón? A mí me encanta.
Escuchando a Bullet for my Valentine: mi último gran descubrimiento musical. Matt Tuck tiene una voz tan bonita que no puedo parar de escucharla. Además, su música tiene un no sé qué que me recuerda a la de algunos grupos que mi primo Anto compraba— en cintas grabadas y con la portada fotocopiada en blanco y negro—en el mercadillo de mi pueblo (el top manta de mediados de los 80) y que escuchábamos juntos una y otra vez. Ya tengo ganas de que llegue julio para poder verlos en directo en el Sonisphere de Getafe.
Hablando con mi prima sobre su visita a Lezama y sus “amigos” Fernando Llorente y Javi Martínez. Una hora de teléfono desternillante.