
Comencé a leerlo de día y con cierta aprensión, creyendo que me enfrentaba a una labor peligrosa, pero me lo leí en un par de días y creo que, de hecho, eso es lo mejor de este libro: que se lee tan rápido, el esfuerzo invertido en ello es tan bajo, que ni quiera lo puedes considerar una estafa.
La trama gira en torno a un muchacho de quince años, que desaparece tras el suicidio de su madre, y una casa misteriosa. Se supone que la casa era el elemento perturbador que iba a hacer que me muriera de miedo, pero gracias a unas descripciones a base de lugares comunes creo que me da más miedo, no sé, la casa de la pradera. Y luego está el narrador, que cambia de tono y persona cuando le da la gana y sin venir a cuento. Y para colmo el desenlace es tan absurdo y tan pastelón que al final no sabía si el problema estaba en que me había confundido y en realidad había cogido prestada una novela de Daniel Steel.
¿No se suponía que este hombre era un maestro del terror que iba a hacer que el miedo me paralizara? (Y que conste que yo soy bastante fácil en ese aspecto; creo que ya he contado en alguna entrada anterior que después de ver Instinto Básico no pude dormir en no sé cuántos días). Si alguien pudiera recomendarme algún buen libro del género, se lo agradecería.