Codornices al tomillo

09 de Agosto de 2009


Ayer fue el primer día que Paco y yo cocinamos juntos. Antes él era cocinero, ahora es funcionario y pintor y estudia Filosofía en la UNED, así que ya no le queda tiempo para meterse en la cocina. Pero ayer, después de que me diera un ataque de aburrimiento de esos que me dejan hecha polvo, nos pusimos a hacer unas preciosas codornices al tomillo con cebollas rojas para comer. No hay nada como abrir en canal cuatro pajaritos y quitarles las vísceras para decirle adiós al tedio.
Obviando el pequeño detalle de que nos faltó haberlas corregido de sal antes de meterlas al horno, resultó un plato delicioso.
Aquí tenéis la receta para dos personas:
Ingredientes
4 codornices
Mantequilla
Tomillo
Aceite de oliva
Sal y pimienta
Dos cebollas rojas medianas
Elaboración
Precalentar el horno a 200ºC.
Pelar y cortar las cebollas en cuartos. Embadurnarlas con mantequilla y sazonar. Después, se meten al horno durante unos veinte minutos.
Partir las codornices por la mitad y limpiar las vísceras. Eliminar los restos lavándolas.
Salpimentarlas.
Pasarlas por la sartén con aceite de oliva unos tres minutos.
Sacar las cebollas del horno, retirarlas de la bandeja y reservar.
Después, se colocan las codornices en la misma bandeja, se corrigen de sal (esto es lo que nos faltó hacer) y las espolvoreáis con tomillo en abundancia antes de regarlas con aceite de oliva.
Se introducen en el horno y se dejan hasta que estén doradas. Unos cinco minutos antes de que estén hechas se vuelve a añadir la cebolla por encima de las codornices.
El resultado lo podéis ver en la fotografía.

 

posted by Ainhoa on 1:08 p. m. under ,

4 comentarios:

Pau Llanes dijo...

Exhausto de mis desiertos durante meses vengo al tuyo (desacostumbradO)... Gracias por darme de comer, hambriento, de beber letras dulces, imágenes frescas... Volveré. Siempre vuelvo

Ainhoa dijo...

Bienvenido de nuevo, Pau.
Saludos.

Espiguita dijo...

Mmmmm madre mía que buena pinta!!!! ^_^ a ver si lloro a la rubita para que me las haga :)

Ainhoa dijo...

No es que me quiera meter donde no me llaman pero ¿¡por qué no cocinas tú de vez en cuando!? Lo mismo podrías sorprender al melillano con un plato tan estupendo como éste :-)
Besos.

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