Au Revoir 2006

El año se acaba y en medio del caos consumista y la obligación de ser feliz característicos de estas fechas, he decidido, por primera vez en mi vida, hacer balance de lo ocurrido por escrito, con la esperanza de definir los contornos y evitar la confusión provocada por el paso del tiempo y las capas de rutina.

El comienzo del año fue un poco caótico:
Accidente de coche y mudanza. Afortunadamente el accidente no fue grave, pero me hizo pensar en la fragilidad de la existencia, en cómo todo puede cambiar en cuestión de segundos.
Al día siguiente realizamos la mudanza con la ayuda de unos amigos. Ahora vivimos en un piso luminoso y acogedor y creo que soy más feliz por ello.

En abril comencé un curso de escritura creativa porque la lectura ya no era suficiente. Fue sólo un trimestre , pero no necesité más para darme cuenta de que, me cuesta decirlo, quiero ser escritora. Ahora estoy haciendo un curso anual de relato en el que estoy aprendiendo y disfrutando del manejo de las palabras y las estructuras para construir historias que, espero, puedan interesar a alguien.

Este ha sido un año en el que la música ha tenido un papel muy importante. Ha habido conciertos, como los de The Doors (escuchar Riders on the storm en directo fue un sueño hecho en realidad y, aunque Jim Morrison es irrepetible, Ian Astbury me impresionó bastante), The Who (geniales) o Sting (en Gredos. Concierto impecable con fin de fiesta surrealista, aunque Sting poco tuvo que ver con ello), Pablo Milanés, Los Delincuentes o Chambao. Pero lo más importante de todo es que he descubierto la música de John Frusciante, que me acompaña desde hace meses allá donde voy y me hace inmensamente feliz. Esa voz...¡joder! esa voz me emociona cada mañana y la rutina ya no lo parece tanto desde que se instaló en mi cabeza.

La literatura sigue estando tan presente en mi vida como el respirar: descubrí a Henri Pierre Roché, Haruki Murakami o Raymond Carver. Leí más de Virginia Woolf o Sándor Márai, he releído Drácula y me enganché sin remedio a Viajes con Herodoto, de Kapuscinski, a El cazador del desierto, de Lorenzo Silva o a Crimen y Castigo, de Dostoiewski.

En cuanto a otra de mis grandes pasiones, viajar, este año destaco el Cabo de Gata, ese lugar al que siempre regresar; Turquía, una agradable sorpresa; y París, de la que nunca me canso, esta vez con mis compañeros de la clase de Francés.
Afortunadamente, 2007 comienza muy, muy bien: en menos de quince días estaremos en Marrakech y no pienso volver sin haber pasado al menos una noche en el desierto.

A finales de julio, tras poner un comentario en su blog, comenzó mi amistad con Pelayo, un chaval de dieciocho años, escritor en ciernes, interesante, divertido e inteligente, que me envía sus escritos porque le gustan mis críticas y al que yo envío los míos por la misma razón.
Y no te pongas celoso, Rodrigo, que tú también has pasado a ser un amigo importante en mi vida.

Dori y Raquel van a ser mamás y Natalia, además de estar más loca que nunca, encontró trabajo. Mi Wen me mantiene al corriente del tiempo que hace en mi pueblo, entre otras muchas cosas, y mi prima pasa de contestar mis mails pero yo la sigo queriendo un montón.

Paco y yo celebramos nuestro octavo aniversario. ¡Increíble pero cierto! Y lo que nos queda... porque ya sabes, cariño, que tú y yo estamos condenados a estar juntos forever.

Tampoco me quiero olvidar de los momentos pasados con Bea, Montse (que también va a ser mamá) y Javi, Ana y Ada (ya sé que han sido escasos, chicas. Prometo que este año será diferente), ese Fenosa que es único o mi hermano pequeño, que es mi debilidad.

En resumen, este ha sido un buen año, con sus miserias y sus alegrías, sueños y desengaños, y que termina con la esperanza de que el próximo sea mejor. Y mejor será que acabe ya esto porque se me está poniendo tono de anuncio navideño, sentimentaloide y dulzón, y, en fin, que una tiene su reputación...

 

posted by Ainhoa on 9:28 p. m. under

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Aunque el tono sí que es algo navideño al final, siempre da gusto leer tus escritos. Espero que en 2007 habrá muchos más.

Anónimo dijo...

De nuevo, gracias.

Mi 2006 tampoco hubiera sido el mismo sin tí.

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