Las palabras

Ahora que ando inmersa en la escritura de una novela me ha dado por pensar mucho en las palabras, sobre todo en la palabra escrita, en su poder. Por ejemplo, después de escribir la anterior entrada de este blog, la dedicada a Dallas, los recuerdos se han vuelto más intensos. Parece que escribiendo soy capaz de acercarme más a la esencia de las cosas, es como vivir dos veces, o una, pero de una forma más intensa. Hay ocasiones en las que hasta que no pongo por escrito mis ideas o convicciones no puedo dibujar sus contornos, y permanecen en mi cabeza con la forma informe de una nebulosa de la que no soy plenamente consciente. Pero no es sólo lo que uno escribe, sino también lo escrito por otros, aquello en lo que te reconoces, aquello que se intuía que estaba dentro de uno, pero que era incapaz de distinguir hasta entonces. Decía Marcel Proust que "todo lector es, cuando lee, el propio lector de sí mismo. La obra del escritor no es más que una especie de instrumento óptico que ofrece al lector para permitirle discernir aquello que, sin ese libro, él no sería capaz de ver de sí mismo". No podría estar más de acuerdo.

 

posted by Ainhoa on 11:55 a. m. under , ,

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